LÁCTEOS Y BEBIDAS VEGETALES – HÁBITOS ALIMENTACIÓN

Los lácteos son alimentos con muchos amigos y enemigos. ¿Qué consumo haces de ellos? ¿Cuántas veces al día o a la semana?

Por fin hemos llegado a un tema de bastante repercusión, lleno de adeptos y detractores, los lácteos, un grupo de alimentos que no escapan a la polémica. Dependiendo de con quien hables habrá quien te diga que no son buenos para la salud y no deben consumirse, y habrá otros que todo lo contrario.

Los productos lácteos son todos aquellos productos de origen animal que se hacen con o son leche, ya sea de vaca, cabra u oveja. Ésta se somete a diferentes procesos de fermentación o curación y se obtienen los yogures, los cuajos, los quesos y la mantequilla. Una variedad de productos muy habituales en la alimentación. La leche está compuesta de: proteínas de alto valor biológico, hidratos de carbono (lactosa), lípidos, yodo, calcio, fósforo, vitaminas A, B12 y riboflavina.

Cierto es, que somos el único mamífero de la tierra que en estado adulto sigue consumiendo leche. Y muchos usan esto como argumento para dejar de consumirlos. Totalmente respetable. Pero cierto es también, que mediante un proceso de adaptación al medio y asentamiento de poblaciones de miles de años se ha producido un cambio y una adaptación en la alimentación del homo sapiens. Con el paso de los años en estado adulto hemos continuado produciendo la enzima que degrada la lactosa, permitiendo así al homo alimentarse y sobrevivir gracias a la leche de los animales. El consumo regular de leche por parte del hombre se remonta al Neolítico, aproximadamente 6.000 años a. de C. El hallazgo de pinturas rupestres en el desierto del Sahara indica que el ordeño existía hace unos 4.000 años a. de C.  Igualmente podemos encontrar personas que desarrollan con los años una intolerancia hacia este alimento, ya que dejan de producir esta enzima.

Pero desde un punto de vista de la salud y nutricional, hay que remarcar que los productos lácteos son sanos y alimentos muy completos. Cierto es también, que desde la aparición de los productos procesados en la alimentación hay que tener mucho cuidado con el lácteo que consumimos. Hoy día se pueden encontrar algunos con aditivos, conservantes, azúcares añadidos, etc. Así que es importante leer bien las etiquetas para comprar productos de buena calidad y nutricionalmente completos.

Para evitar esto podemos elaborar algunos en casa, como es el caso de los yogures, así solo llevan los ingredientes que tú quieres. Los productos light o desnatados, tampoco serían muy recomendables (a no ser que se tengan problemas de grasas o colesterol) ya que son poco saciantes y tendrían el efecto contrario al que queremos. Cuanto más completa y variada sea la dieta mejor. Es importante no hacer un abuso de estos productos. Un consumo moderado siempre es la mejor opción, ya que todo en exceso puede llegar a ser perjudicial para nuestra salud.

Optar además por productos lácteos ecológicos y artesanos puede añadirle más valor, ya que seguramente sus ingredientes sean 100% naturales, sin alterar, con mejores propiedades y menor impacto en el medio ambiente, ya que su origen suele ser de granjas tradicionales donde las producciones se hacen siguiendo la temporalidad de los recursos.

Pero si quieres llevar un estilo de vida vegano los lácteos no entran dentro de tu lista de la compra, pero hay opciones vegetales. Hoy día pueden encontrarse muchos tipos diferentes de “leches” y “quesos” de origen vegetal. Hechos con frutos secos, con semillas o con soja. Hay donde elegir. Así que si no quieres consumir productos lácteos, ya sea por cuestiones éticas o por que los consideras malos tu salud, tienes otras opciones.

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